jueves, 18 de abril de 2013

JUICIO




Si queréis formar juicio acerca de un hombre, observad quienes son sus amigos.
(Fénelon)


La vida es breve; el arte, largo; la ocasión, fugaz; la experiencia, engañosa; el juicio, difícil.
(Hipócrates)

La mejor crítica es la que no responde a la voluntad de ofensa, sino a la libertad de juicio.
(Fernando Sánchez Dragó)


Toda reforma impuesta por la violencia no corregirá nada el mal: el buen juicio no necesita de la violencia.
(Leon Tolstoi)

A juicio de los gatos, las personas no somos más que muebles de sangre caliente.
(Jacquelyn Mitchard)

El amor es como Don Quijote, cuando recobra el juicio es que está a punto de morir.
(Jacinto Benavente)

3 comentarios:

  1. Todo parecía tan métricamente
    disciplinado antes de ti
    que he llegado a dudar
    de mis dos conductas
    ¿Cuál es la legítima o
    la realmente auténtica?
    Antes tan prudente,
    ahora tan lunática.
    Tu presencia retuerce mi cordura
    exprimiendo a un juicio estéril
    que delega el mando al corazón,
    y a pesar de ser consciente del peligro
    me dejo hacer por tus maneras,
    por tu sólida influencia
    que aturde mi ya remota paz añosa.
    Me dejo desnortar, desvirgar,
    desmelenar como barro en tus manos
    dispuesta a ser lo que tú dictes.
    Soy una febril demente crónica
    en manos de una pasión voraz creciente,
    y como toda adicta me vuelvo presa
    de inconscientes pulsos
    que me enajenan y me fascinan,
    que me hacen vulnerable a ti,
    a mi única mi droga confesa,
    a mi hiriente y amado vicio.

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  2. Mira que me lo avisaron hace un montón de años… No quieras nada con ellas que siempre dan problemas, te harán sufrir, te quitaran el sueño y la alegría. Fueron muchos los que me lo advirtieron pero me negué a creer que no fuera capaz de reconducir su actitud, ellas son muy pequeñas y yo soy adulta ¿cómo van a vencerme?… es cuestión de paciencia y tolerancia pensaba.
    Tras años de dolor, no me queda más remedio que sacármelas…
    ¡MALDITAS MUELAS DEL JUICIO!

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  3. JUICIO
    Tener que comparecer en un juicio es una de las experiencias más frustrantes que he sentido. Gente vestida con indumentarias del siglo XIX, hablan en un lenguaje arcaico e incomprensible. Allí arriba como si fueran gigantes debatiendo sobre si te comerán de primer plato o de postre. Se supone que están hablando de ti pero ni te miran.
    Tú allí sólo, temblando, con ganas de llorar. Si alguien te preguntara, te declararías ¡CULPABLE! para que la maldita tortura termine.

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