HABEMUS PAPAM
Que fenómeno este… De los 6.698.353.000 habitantes del
planeta, 1.165.714.000 son católicos, es decir, aproximadamente una de cada
seis personas hemos sido bautizadas en la Iglesia Católica.
No tenemos más
que entrar cualquier domingo en misa para ver que la gran mayoría de los
feligreses son mujeres, pero aún sin tener en cuenta eso, si estimamos que un
50 % de los católicos son mujeres tenemos a 582.857.000 féminas que soportan
estoicamente ser inferiores a los hombres…
lo que hay que ver
"Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia". Con estas palabras Jesucristo designó un sucesor en la tierra. Y cuando habla de su Iglesia, no habla de edificios, sino de personas.
ResponderEliminarTarea ingente para dicho sucesor, dirigir los espíritus de tantas personas en el mundo, con distintas culturas, pensamientos, condición social, etc.
A diferencia de Dios, por su condición humana, cometen fallos; pero han conseguido continuar una fé que mueve a millones de personas, pasados mas de 2000 años de la primera piedra.
LA AVENTURA DEL APOSTOL
ResponderEliminarEl Apostol Pedro es una filigrana de la fé, una obra de arte que Dios ha esculpido en el barro de la fragilidad de un sencillo pescador de Galilea. El ha experimentado, de primera mano, que la debilidad es la materia preferia por Dios para construir la Iglesia.
La aventura del Apóstol Pedro nos recuerda qué es lo que un hombre puede hacer por Dios y qué es lo que Dios puede hacer de un hombre.
Pedro es una imagen de la Humanidad que busca y encuentra; tambien es débil y traiciona, y sin embargo, sabe pedir perdon.
Adam, católico tradicional, llegó de Londres con una misión clara: cerrar la editorial. Pero Granada le envolvió en sortilegios. Granada y Lola, puro hechizo de pelo azabache y cuerpo vibrante. La editorial no cerró. Sus días, en cambio, se abrieron a acordes de guitarra, al perfil de la Alhambra, y al embrujo de Lola. Algún día luminoso, en la tele de un bar, una voz sin pasión recitaba “Habemus Papam”. Banda sonora monótona sobre la que sus días danzaban leves...
ResponderEliminarHABEMUS MAMAN
ResponderEliminarLlegó como llegan todas las cosas que nos se esperan. Se instaló despacio, se acomodo, se hizo parte misma del paisaje. Pasó desapercibida, nadie podría decir nada ni bueno ni malo sobre ella. Un día, inesperadamente, manifestó su opinión. Entonces la gente le señaló con el dedo, provocó cuchicheos a su paso, instaló la controversia en aquel pequeño pueblo arraigado a sus costumbres. Su comentario sobre el hombre en la iglesia causó gran estupor. ¡Con la iglesia había topado!